Por su interés se reproduce el artículo de Victor Cruzado aparecido el 23-3-2024 en el periódico Expansión.
23-3-2024
El croquet: estrategia, concentración y precisión
Sumar la planificación y el virtuosismo técnico de un torneo de golf, la estrategia de una partida de ajedrez y la precisión que requiere una mesa de billar en un ambiente competitivo y sin grandes alardes físicos. Estas son las cualidades que presenta el croquet, un deporte con siglos de historia pero que aún es un gran desconocido en España, aunque gana adeptos con rapidez y comienza a gozar de popularidad de la mano, principalmente, del público asiduo a los clubes de golf.
La especialidad, que cuenta con más de 500 años de historia y que fue olímpica en 1900 en París, ha duplicado el número de practicantes en España después de la pandemia, territorio en el que ya contaba con más de un siglo de tradición. Pero, ¿qué se necesita para practicar este deporte?
Mecánica. “Visto desde fuera parece sencillo y accesible, y es así. Desde el primer día se puede jugar, pero su desempeño se complica a medida que aumenta el nivel competitivo”, explica Guillermo Navarro, presidente de la Federación Española de Croquet. El juego consiste en golpear bolas de madera o de un material plástico con un mazo, para introducirlas a través de pequeños aros de hieero o acero enterrados en el terreno de juego, que apenas tienen el ancho de la bola más dos milímetros. Se puede jugar por parejas o de forma individual. Cada equipo cuenta con dos bolas y vence el partido el primero que pase por los aros necesarios para alcanzar 7 puntos en partidos de 50 minutos. “No sólo se trata de embocar, sino que hay que valorar que el contrincante puede desplazar tu bola o la de tu compañero, por lo que requiere mucha concentración y estrategia como en el ajedrez”, explica el directivo. “En cierto modo es parecido a la modalidad de billar conocida como snooker, que los ingleses afirman que se inventó para poder jugar al croquet en invierno”.
Terreno de juego. Los partidos se celebran sobre hierba y las dimensiones del campo son de 26x32 metros, sobre una superficie plana o lo, que es lo mismo, el tamaño de dos pistas de tenis. El terreno requiere de un cuidado específico para que el juego se desarrolle en óptimas condiciones, por lo que los campos suelen estar ubicados en clubes de golf, que cuentan con la maquinaria y los cuidados para realizar un mantenimiento similar. Por ello, un alto porcentaje de sus practicantes proceden de este deporte.
Indumentaria. Además de contar con los mazos, bolas y aros, los jugadores de los torneos de croquet están obligados a vestir de blanco en las competiciones. “Es una tradición que procede del All England Lawn Tennis and Croquet Club, el actual organizador del torneo de tenis de Wimbledon, que comenzó como un club de croquet y que como tal se mantiene”, recuerda Navarro.
Igualdad de género. Otra de las claves que explican el impulso que ha adquirido este deporte es que es apto para todos los públicos, con independencia de la edad o del sexo, ya que hombres y mujeres compiten en igualdad de condiciones.
Condición física. La capacidad atlética necesaria para jugar al croquet no es muy importante. Cualquier persona lo puede practicar como aficionado, aunque la alta competición sí que exige un esfuerzo superior. Por ello, muchos de los jugadores de golf deciden pasarse al croquet a medida que decae su condición física, ya que lo pueden practicar en el mismo club y mantener el mismo entorno social.
Presente. España cuenta en la actualidad con 35 clubes federados. Los focos iniciales se remiten a Asturias a finales del siglo XIX, desde donde se expandió a otras zonas del norte como Santander y Bilbao. Poco más tarde dio el salto a Andalucía, sobre todo a Jerez de la Frontera y El Puerto de Santa María, de la mano de los veraneantes norteños. “En la actualidad Madrid es una zona puntera, sobre todo en los clubes de Puerta de Hierro, Club de Campo Villa de Madrid, Real Sociedad Hípica Española Club de Campo y Real Club la Moraleja”, indica el Presidente.
Futuro. Con 2.500 licencias federativas y tres españoles entre los cincuenta primeros del mundo, la afición española no para de crecer. “La cantera procede sobre todo del mundo del golf, de jugadores que por edad acceden al croquet para seguir compitiendo y por parte de las mujeres, que ven una posibilidad de hacer deporte”, concluye Navarro.
Un deporte con un alto componente social. El croquet cuenta con un componente social muy acusado. Los partidos se celebran en entornos pequeños, que crean gran expectación. Además, un alto porcentaje de sus practicantes proceden del mundo del golf, por lo que es deporte suele ser una buena herramienta de retención para los clubes de aquellos asociados que, por razón de edad, puedne valorar el darse de baja del club. Jugar al croqut les permite mantenerse activos y en un entorno social conocido, adem´s de continuar con sus compañeros de deporte.
A su vez, el croquet mueve en España un mercado para el patrocinio muy exclusivo y que se dirige a objetivos comerciales de alto valor. La mayoría de los jugadores cuenta con entre 30 y 70 años y con un cierto status social. Además, al practicarse en espacios reducidos, permite la aproximación comercial. En España el principal patrocinador es Caser Asesores Financieros, que desde el 2019 muestra su apoyo a las principales competiciones de la Federación Española de Croquet (FEC). Durante la celebracón de cada torneo la marca cuenta con visibilidad en distintos soportes de la pista central, en la que compiten las principales figuras del ranking nacional. Según Guillermo Navarro, presidente de la FEC, el apoyo de Caser ha sido fundamental para el crecimiento del croquet.
